Al llegar a Tetuán uno de
los primeros sitios que hay que visitar es la actual plaza Hassan II, plaza
España bajo el Protectorado español. Este espacio resulta uno de los
principales espacios de antigua capital de la parte que correspondió a España
en el reparto de Marruecos a comienzos del siglo XX.
El interés de
este lugar viene de cómo a lo largo del devenir histórico han sido muchas sus
funciones, siendo cada vez más importante en el conjunto de la ciudad. Así empezó como
espacio exterior a la muralla de la Medina, donde se celebraba el mercado por la
población de la Yebala que se
acercaba a Tetuán. Con el Protectorado el Feddan ganó en importancia, al encontrarse en él la
residencia de los dos principales poderes del mismo, el Alto Comisario
(autoridad designada por el gobierno español) y el Jalifa (autoridad en
representación del sultán de Rabat). Por último en la actualidad ambas
residencias se fundieron en una sola, el actual Palacio Real, lo
que le da la centralidad política de la ciudad, además de seguir siendo un
espacio de tránsito y ajetreo continuo.
El lugar al
que nos estamos refiriendo surgirá delimitado a partir del siglo XVIII cuando los espacios más amplios de
la Medina dedicados al comercio se empiezan a ver limitados. Así se crea un
espacio libre al sur de la muralla de la ciudad, el Feddan
(que también contaba también entre otras funciones la de matadero). A finales de este mismo siglo al sur de
la misma plaza surge el elemento que la limitará, el nuevo Mellah
(barrio judío), que se crea para absorber la población que llegó tras la construcción
de la Jamaa el-Kebir (la Gran
Mezquita), que se asentó en el antiguo Mellah de dentro de la Medina. Sin embargo no será hasta la
llegada de las tropas españolas en el 1859 el momento en el que el Feddan es
absorbido por la ciudad.
En el Feddan de Lukach (como se empezó
a denominar) se instaló durante la dominación española con la guerra de 1860
un teatro que le dará nombre a la plaza (plaza del Teatro). Además se
instalaron los servicios del Gobierno español durante el tiempo que estuvo bajo
la dominación hispana. De esta manera las dos zagüías localizadas en el Feddan
serán utilizadas una para los servicios de correos y telégrafos, y la otra como
templo católico. La Aduana sirvió de residencia para el Gobernador Militar y en
el Palacio del Sultán se instaló el Comandante en Jefe del Cuerpo de Ocupación.
Sin embargo una vez firmado el Tratado
de Wad-Ras, los
tetuanís usaron los materiales utilizados en las construcciones españolas para
reconstruir las casas arrasadas durante la ocupación. Como testimonio de estos acontecimientos, once años más
tarde se instaló en el Feddan el consulado general de España, la iglesia
Católica y la hospedería de los Franciscanos.
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Fotografía del Feddan a finales del siglo XIX
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Sin embargo
con el inicio del Protectorado español el Feddan se convirtió en el espacio
que une la Medina con «el ensanche» que
los españoles van a comenzar a construir para vivir en él. En febrero de 1913 el general Alfau instaló
en la plaza la sede de la Alta
Comisaría (donde
antes estaba el consulado). La misión franciscana compartió edificio con la
Alta Comisaría y permaneció en esa ubicación hasta la construcción de la iglesia
de Nuestra Señora de las Victorias en 1926. Además el arco que aparece a la derecha de la
plaza, Bab Ruah (puerta de los Vientos), daba entrada a la calle Tarrafin (o de
los zapateros remendones) y a la medina morisca[1].
Los españoles dieron nueva configuración a la plaza del Feddan, dándole el nombre de
plaza de España, renombrada hoy en día como plaza Hassán II. Las autoridades
restauraron el edificio de la Alta Comisaria aislándolo del resto del conjunto
de la plaza mediante una verja, ajardinando su entrada. Además en esta parte de
la ciudad se produce la demolición de una parte de la muralla para dar
continuidad a la Medina y «el ensanche».
La urbanización del Feddan fue llevada a cabo por las
órdenes del arquitecto Gutiérrez Lescura, que la convertirá en una plaza
morisca, por encargo del cónsul español Isidro de las Casigas.
Esta reorganización ajardinó la plaza, incluyéndose palmeras entre la vegetación
dispuesta. A la vez se dispuso el empedrado de la plaza a manera de la
decoración de una alfombra. Por último en el centro se construyó un quiosco
musical de inspiración arquitectónica andalusí.
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Fotografía de la plaza
España de Tetuán antes de la remodelación de 1988
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Sin embargo,
en el 1988 se llevó a cabo de nuevo una remodelación que cambió totalmente su fisonomía
y la ha sustraído por motivos de seguridad de su uso por
parte de la población. Se mantiene no obstante su carácter representativo y
simbólico ya que da acceso al Palacio
Real (cuya fachada actual se corresponde con la remodelación de la plaza). Este
edifico surgió a partir del antiguo palacio del Jalifa construido en el siglo XVII y de la sede de la Alta Comisaria
en el Protectorado. La dimensión política se combina actualmente todavía con comercios,
bares y cafés, que aparecen rodeando la plaza enlosada que surgió de los últimos cambios, distando mucho de su anterior configuración[2].
Fotografía de la actual plaza Hassán II
[2] Lobillo
Aranda, Dolores. «Tetuán la huella de la ciudad española en Marruecos». Guía para las excursiones del ix coloquio y jornadas de campo de
geografía urbana. Grupo de Geografía Urbana (age) Sevilla, Cádiz, Ceuta, 9 - 14 junio 2008.
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